Algo está cambiando en la comunicación interna. El entorno 2.0 está transformando el perfil del comunicador interno, que pasa de ser el periodista que está dentro de la organización a convertirse en un creador de conversación 360º. Un estrategia de la comunicación interna que debe demostrar que el engagement que genera esta nueva manera de practicar la comunicación en la empresa puede ser palanca estratégica para el negocio. Llega la era del Internal Social Media Strategist, un perfil cuyo ADN debe aunar las cualidades más insospechadas.
1. Capacidad de influencia: Cerca de un 30% de CEOs están en Redes Sociales, lo que significa que este profesional se enfrenta a una importante labor de evangelización para convencer a la dirección general de las bondades del Social Media en Comunicación Interna. Y no solo será importante venderlo a las altas esferas, también tendrá que ser capaz de aliarse con el área de Sistemas de Información para que se convierta en su solucionador tecnológico.
2. Conocimiento: El ISMS deberá conocer hasta el más mínimo detalle de su organización y de los colaboradores que la forman, ¿el objetivo? Ser capaz de detectar el talento, a los líderes de opinión, early adopters e incluso limitadores a tener en cuenta a la hora de poner en marcha un proyecto de CI 2.0
3. Ejemplo de los valores: Este profesional ha de ser un ejemplo vivo de los valores de la empresa para poder mimetizarlos y proyectarlos al resto. El uso de plataformas sociales permitirá que los empleados interioricen mejor estos principios. Si solicitamos a los equipos que nos den su definición de valores, redes sociales como Pinterest o Instagram pueden ayudarnos.
4. Políglota multimedia: Manejarse con soltura tanto en comunicación oral como a la hora de enfrentarse a una hoja en blanco son habilidades imprescindibles que debe tener el ISMS. Es más, tendrá que desarrollar un perfil multisoporte y multicanal que le permita moverse como pez en el agua con el audiovisual, el hipermedia, el storytelling o el visual thinking.
5. Analítico y experto en Big Data: Actualmente este profesional tiene la posibilidad de acceder a un elevado volumen de información que tendrá que ser capaz de filtrar, ordenar y analizar para poder interpretarla y extraer conclusiones que le permitan afrontar con garantías de éxito un proyecto 2.0 en la organización o evaluar el impacto de una herramienta social ya implementada.
6. Un punto geek: Mantenerse al día de todas las novedades relacionadas con las nuevas tecnologías se convierte en un imprescindible. Tiene que ser el primero en probarlo todo, convertirse en un early adopter tanto dentro como fuera de la organización para ir siempre un paso por delante del resto de usuarios.
7. Con alma de cheerleader: No basta con incorporar herramientas colaborativas en la empresa, el ISMS tendrá que exprimirlas al máximo para garantizar su consolidación, dinamizando constantemente para que los empleados participen. Una manera de reforzar el engagement podría pasar por la creación de un grupo corporativo en LinkedIn, animando a los empleados a que se unan y propongan temas. Después, será importante reforzar los comportamientos excelentes poniendo en valor las mejores aportaciones.
La metamorfosis que está viviendo el responsable de comunicación interna es un hecho. Generador de conversación, constructor de relaciones, dinamizador de la comunidad. Son diferentes las maneras con las que nos podemos referir a un nuevo profesional que deberá ser capaz de crear una red de aportadores entre los líderes de opinión, conectar el conocimiento interno con el externo y, sobre todo, traducir el discurso corporativo en una conversación 360º en la que el empleado esté en el centro.
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